‘¿Conduce como piensas?’
Publicidad y coche no pueden ir sueltos, así como tampoco los mensajes asociados, que han evolucionado a lo largo del tiempo: desde libertad, poder, personalidad, estatus y belleza, hasta responsabilidad o conciencia. La industria automovilística ha buscado desesperadamente aquel eslogan que captara el máximo de público potencial. Un público que no siempre necesita el mismo y que, tal vez, está exigiendo un cambio de modelo.
Tener coche se ha equiparado siempre con nivel adquisitivo y estatus, con libertad y entusiasmo por cada segundo de vida vivido o conducido, en este caso. ¿Por qué circular a gran velocidad por una ciudad nocturna completamente vacía de coches y personas se puede considerar un escenario habitual de uso del coche?