Melones en el techo. Mejorar sin olvidar
Son las 15:00. Estamos en Jacarilla, Alicante, Vega Baja, casi tocando Murcia, el pueblo donde nacieron y vivieron mi madre y mi padre hasta que decidieron ir a Barcelona. Ayer empezaron las fiestas. Acabamos de comer y la sobremesa se alarga más de lo normal. Hoy me da por preguntar a mis padres qué hacían antes en las sobremesas, además de hablar o de dormir la siesta. Reflexiones post-vacacionales. Hemos pasado de adaptarnos a los ritmos marcados por el campo y la cría de los animales a adaptarnos a los ritmos marcados por la jornada laboral, por los horarios escolares y por la necesidad de llenar la agenda de ocio y vida social. Tener más parece que no se ha podido separar de contaminar más. Lo hemos hecho 'no mal', peor.