La «D» de «Diseño»

Segundo domingo del año. Día 8 de enero del 2012. Pero este vuelve a ser un domingo como los de hace unos meses, antes de la baja + baja maternal + excedencia. Es decir, ¡mañana trabajo! Bien, continúo… Como muchos domingos, tanto los más recientes como los de siempre, compramos el País y el País Semanal lo acompaña. Lo leemos a turnos, mientras uno lee, el otro juega + pasea + duerme a Aran. Y hoy he tenido unos minutitos para leer el reportaje «Tendencias, ¿De qué hablaremos en el 2012?» De la A a la Z. Interesante, previsible en muchos casos y, sobre todo, optimista. No se habla del fin del mundo, ni del paro, ni de la crisis financiera… se habla de nuevas tendencias, de nuevos enfoques, de maneras innovadoras y diferentes de resolver los retos que se presentan. Y no se trata de planteamientos futuristas, conceptuales o utópicos; sino de realidades que se consolidan. Bien, aquí lo tenéis para que saquéis vuestras propias ideas: ¿De qué hablaremos en 2012?

Pero yo me quedo con la letra B, «Buscarse la vida en grupo»; la letra U, «Diseño útil»; y la letra Y, «Yo compro, yo decido». En cuanto a la primera, el artículo habla de la fragmentación de colectivos existentes y de la aparición de nuevos más fuertes, así como del hecho de compartir oficinas, mesas de restaurantes… y yo añado el consumo colaborativo como tendencia in crescendo. En cuanto a la «U», se habla del diseño como el camino y no el resultado, y se plantea el diseño del futuro como la búsqueda de la colaboración y no tanto del resultado final. Y también se habla de Cricursa, una empresa catalana que produce vidrios tecnológicos que controlan el consumo energético de los edificios y que está siendo solicitada por muchos arquitectos. Y para acabar, la letra «Y», sitúa al consumidor como parte activa en la creación del producto o servicio que finalmente consumirá. Esto, sumado a la busca de la interacción con el cliente por parte de las empresas, ha conducido a productos muy personalizados y personalizables. De hecho, la compra de El País de este segundo domingo del 2012 ha ido acompañado de un largo paseo por el Born de Barcelona y resulta destacable la gran especialización de todas sus tiendas: accesorios únicos de bicicletas, zapatos a medida y con colores intercambiables, mobiliario de diseño modulable, zapatos ecológicos, etc. Bien, no pondré nombres a las tiendas y marcas… pero la personalización está, y el valor añadido en clave de sostenibilidad también.

En este sentido, echo de menos una letra que hable del «buen diseño», del «diseño sostenible», del «consumo consciente, responsable, coherente». Hubiera estado bien una única letra, la «D» de «Diseño» que hablara de todo. ¿Quizás hablaremos de esto el 2013? Yo creo que ya hablamos de ello desde hace años… pero elegir el nombre nos está preocupando demasiado… que si ecodiseño, que si buen diseño, que si diseño sostenible, que si diseño y ¡punto! Como diseñadores, fabricantes y consumidores tenemos todos juntos una responsabilidad. Proponer productos mejores para los consumidores y para el conjunto de la sociedad. Exigir productos mejores para todos a los fabricantes. Y esto sumado a la personalización, a la calidad, a la durabilidad, a  la sostenibilidad del ciclo de vida y a la innovación nos tiene que hacer competitivos. La «D» de «Diseño» y basta.