Por encargo del Instituto Municipal de Educación (IMEB) del Ayuntamiento de Barcelona he diseñado, apoyado en la redacción y visión estratégica, guionizado un vídeo y otros elementos comunicativos, y coordinado gráficamente una nueva hoja de ruta (documento) para guiar a las guarderías en su ya iniciada acción frente a la emergencia climática. El diseño lo he trabajado con los compañeros de Lapage, que han concebido la imagen gráfica y han producido un vídeo, así como elaborado varios elementos gráficos.
Las guarderías municipales, como servicio y equipamiento público y como comunidades educativas que son, quieren hacer su papel para ser una parte de la solución y corresponsables de las transformaciones, para hacer posible una ciudad más verde, sostenible y comprometida con la justicia climática, poniendo las vidas de la pequeña infancia en el centro.
Un Plan para combatir la crisis climática desde la pequeña infancia
Los niños son uno de los colectivos más vulnerables ante la crisis climática actual y el que más la sufrirá en el futuro. Para hacerle frente, la comunidad educativa de las 103 guarderías municipales y el Ayuntamiento de Barcelona impulsan la estrategia “Guarderías por el clima”. Es una hoja de ruta con una cuarentena de acciones concretas para naturalizar los patios de las guarderías, impulsar la energía renovable, mejorar su confort térmico y la gestión de residuos y fomentar la alimentación sostenible y la formación y la educación ambiental.
La hoja de ruta concreta un total de 47 actuaciones que abordan la emergencia climática desde seis ejes diferentes: naturalización de espacios, transición energética, confort térmico, gestión de residuos, alimentación sostenible, y educación ambiental.
La comunidad educativa de las guarderías municipales –más de 25.000 personas entre niños, familias y educadoras– se suma así al Plan de Acción por la Emergencia Climática, que Barcelona diseñó a partir de la declaración de emergencia climática del 15 de enero de 2020. Las guarderías municipales se comprometen así a impulsar transformaciones hacia una ciudad más verde, más sostenible y climáticamente más justa con el horizonte 2030.
Y lo hacen poniendo una atención muy especial a la pequeña infancia, que es uno de los colectivos más vulnerables ante esta crisis climática porque sufre la emergencia climática en el presente, pero además es el grupo de edad que más sufrirá y de la forma más injusta las consecuencias de la crisis climática en el futuro, sin haber tenido ninguna responsabilidad.
Por este motivo las guarderías municipales, que hasta ahora habían actuado de manera aislada, han decidido coordinar toda una estratégica conjunta y sistematizar toda una serie de acciones y buenas prácticas para hacer frente con más contundencia a la emergencia climática.
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