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Entrevista en B+S sobre ser ambientóloga y autónoma

“Creo que, en general, aunque lo que hace falta es realizar un cambio urgente de nuestra manera de producir y consumir, hay poco interés en hacerlo. Repensar modelos de negocio y de sistema asusta y genera rechazo. Entramos en espirales, también comunicativas, de explicar lo mismo para seguir haciendo lo mismo”. 

 

¿Podrías presentarte? ¿Quién eres y qué has hecho a nivel laboral? Me considero una persona inquieta, me gusta hacer cosas diferentes y aprender. Y, sobre todo, priorizo ​​trabajar con equipos diversos de personas donde destaque la profesionalidad y la honestidad. Me gusta rodearme de buena gente.

Empecé a trabajar, durante 12 años, en una consultora ambiental, ERF-Estudio Ramon Folch y Asociados (que ahora se llama Energía y Sostenibilidad). También dirigí y replanteé el diseño y contenidos de la revista.Opcions, y he sido jefa de redacción de la revista digital Sostenible.cat de la Diputación de Barcelona, ​​donde colaboré durante unos 20 años.

Después de estas experiencias, decidí ser autónoma y trabajar como consultora en proyectos de comunicación y dirección de proyectos ambientales, de estrategia creativa y diseño sostenible. Colaboro con administraciones públicas como el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Agencia de Residuos de Cataluña, el Área Metropolitana de Barcelona y la Diputación de Barcelona, ​​entre otros. Y también estoy colaborando en proyectos con cooperativas y entidades del Tercer sector con un enfoque más social.

Finalmente, también soy profesora de diseño sostenible y ética en la UOC, en Esdesign y en BAU; y de comunicación ambiental en la UB.

¿Por qué empezaste a dedicarte a la comunicación ambiental?
Siempre me ha interesado mucho cómo explicamos y trasladamos a la sociedad conceptos o estudios científicos o complejos, ya que también los he hecho a lo largo de mi vida laboral. Creo muy necesaria la divulgación, con información rigurosa y cercana, pero también promoviendo el espíritu crítico. Un colega me dijo una vez que lo que no se comunica no existe. Creo que muchas veces se vende humo pero en el caso de la administración pública el problema es conectar con la gente, porque se hacen muchas cosas y no se acaban de contar del todo o se explican demasiado. Me gusta mucho acercarme a la realidad, a los efectos de lo que hacemos y explicamos. Supongo que por eso me dedico a la comunicación… pero en realidad trabajo desde muchos enfoques distintos y la comunicación no deja de ser una herramienta más, no la única.

¿Por qué eres profesora de diseño sostenible y ética en la UOC? ¿Crees que dentro de la disciplina de diseño se incorpora la sostenibilidad de forma transversal? ¿Crees que es suficiente?

Me encanta el diseño, pero en el sentido más amplio. Siempre me ha fascinado por qué las cosas son como son y no de otra forma. Y me gusta especialmente el diseño de producto. Pero me preocupa el exceso de objetos inútiles e impactantes que existen en el mundo. Por eso, me interesé por el buen diseño y finalmente doy clases a futuros diseñadores y diseñadoras para que incorporen criterios ambientales y sociales en su trabajo. En la fase de diseño puede evitarse, si se hace bien, más del 70% del impacto ambiental.

La sostenibilidad es un tema que lleva tiempo de moda pero por intereses comerciales, principalmente. Pocas empresas lo creen y el greenwashing está a la orden del día. Esto hace que los consumidores puedan comprar con la conciencia tranquila, ya que los productos se anuncian como ‘sostenibles’ o ‘ecológicos’ cuando en realidad no lo son del todo o la empresa hace otros productos que no lo son. Y lo que ocurre es que seguimos haciéndolo todo igual, con impacto ambiental y social. Nadie quiere renunciar a ningún privilegio, ni explorar si hacerlo podría hacerle sentir bien o incluso mejor que su estilo de vida actual. La rueda del día a día nos lleva a un colapso cada vez más difícil de ignorar.

Sólo las empresas que nacen con un ADN distinto, centrado en el bien común, en las personas y en impactar positivamente; están contribuyendo realmente a un presente y futuro mejor. El resto hacen lo que pueden para sobrevivir mientras puedan, limpiando su imagen con verdades parciales o directamente falsas.

¿Qué dificultades encuentras en tu día a día para impulsar la sostenibilidad?

Si nos centramos en la parte de comunicación, pienso que existe una gran desorientación y una dificultad para conseguir una mayor implicación y participación ciudadana. Creo que la ciudadanía recibe mucha información y también mucho ruido, y cuesta aún más conectar con ella y apelarla directamente. Debemos acercarnos más desde una perspectiva empática y estimulante. O innovamos en la forma que comunicamos y divulgamos o ya nos podemos olvidar de pretender que la gente participe en los procesos que diseñamos. Y en muchas ocasiones no se trata de innovar en el formato sino directamente pensar en clave de proyecto. Pasar a la acción cuando se comunica podría funcionar. Lo estoy probando en algunos proyectos, a ver cómo va.

¿Crees que el mundo de la comunicación y el diseño cada vez van incorporando más criterios ambientales?

El diseño sí, seguro,  porque cada vez hay más legislación que obliga a hacerlo. Aún falta mucho, y creo que los criterios ambientales todavía no están incorporados de forma orgánica. Todas las licenciaturas, masters, etc. deberían tener esta visión de sostenibilidad incorporada de forma transversal, y todavía no es así. En el ámbito de la comunicación los criterios sostenibles son todavía bastante desconocidos.

Mi conclusión principal es que debemos cuestionarnos más cómo trabajar al principio del proyecto, en toda la parte del diseño. Dedicar mucho tiempo a pensar realmente lo que se quiere hacer. Es decir, antes de empezar a trabajar, preguntarse: ¿esto qué aporta?, ¿se ha hecho algo similar?, ¿qué alianzas podemos hacer con el territorio? Hay que ser eficiente en todos los sentidos, también en relación al mismo éxito de las acciones de comunicación que ponemos en marcha.

¿Cuándo y cómo conociste la Red B+S? ¿Qué te hizo participar?

He trabajado mucho para el Ayuntamiento de Barcelona y ya conocía la Red Barcelona + Sostenible. La primera vez que formé parte fue a través de la entidad O2 Spain, una red internacional de ecodiseño, donde se organizaban conferencias y diferentes actividades sobre esta disciplina.

Cuando me hice autónoma, hace 7 años, me sumé a la Red con la intención de poder crear sinergias, hablar con personas, organizaciones, empresas de la ciudad y conocer sus proyectos,  compartir ideas, crear comunidad…  Para mí es una red de apoyo para todas las personas que trabajamos para impulsar la cultura de la sostenibilidad en Barcelona. Como freelance, además, me ofrece acompañamiento y me permite conectar con otros proyectos, y al mismo tiempo me hace sentir que formo parte de algo más grande.

¿Qué es lo que más te enorgullece de tu trabajo?

A pesar de las dificultades, es muy bonito poder dedicar todo tu tiempo ‘laboral’ y diría casi ‘personal’ a lo que crees. Cada día es diferente, conoces a muchos profesionales, colaboras en proyectos muy enriquecedores, etc. Todos los años, desde que soy autónoma, ha sido un proceso de evolución personal y profesional. Me gustan los retos y aunque pueda parecer que me gusta tener el control, cuando eres freelance precisamente aprendes que esto no es posible y empiezas a jugar con la incertidumbre… y acaba enganchando… aunque hay momentos de todo tipo. No te mentiré.

También estoy orgullosa de poder gestionar los diferentes roles que supone ser una persona autónoma: gestora, tesorera, comercial; orgullosa de haber escogido este camino y poder estar más presente en la vida de mis hijos. Trabajo mucho pero me organizo para combinarlo con poder estar también con la gente que quiero y conmigo misma. Encontrar el equilibrio no es fácil pero si algo soy es organizada. O eso dicen en casa.

Además, me gusta que mis hijos vean que he escogido este camino y que cada uno puede escoger el suyo, no hay nada encerrado ni predestinado. No existe el trabajo perfecto, pero quizás te lo puedes inventar. Requiere tiempo, ilusión, algunas decepciones y no parar de formarte. Y aceptar que no siempre los proyectos tendrán el impacto que quisieras. Esta mochila la llevamos muchas de las que nos dedicamos a la sostenibilidad, desde la vertiente que sea… y es necesario que, de vez en cuando, la descarguemos y nos demos espacio para coger aire y hacer valer todo lo que sí hemos conseguido.

 

Entrevista publicada en la web de Barcelona+Sostenible del Ayuntamiento de Barcelona (jueves, 21 septiembre, 2023). Ya no disponible en el web original.

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